Nuevas tendencias

A Willmer lo agarró la lluvia a cuatro cuadras todavía del residencial donde vivía la jeva. Viéndose empapado por todas sus ranuras, tuvo su mejor idea en años, sacó el único condón y metió el celular que llegó sano y salvo y apenas un poco lubricado. Salvó su celular pero preñó a la novia y tuvo que vender el celular para pagar parte de la cesárea.